Alba
Mi estimada Alba (albalearning.com), tengo que confesarte que en mi periplo intemporal por el inacabable Pontos te descubrí casualmente. Y desde entonces tu voz me ha acompañado en muchos aeropuertos, trenes, tediosas esperas e incluso antes de desconectar el cerebro algunas noches. Y todo ello a ese gran invento llamado llave USB con reproductor de MP3, claro está. Este devorador de mares y libros, cuya acumulación de estos comienza a perseguirle por varios estados de la Unión Europea, redescubrió un buen día gracias a tu voz –insistes una y otra vez- de Ítaca que ¡por supuesto! Se puede saborear un buen relato o incluso grandes obras leídos por otra persona. Bien leídos, añado y subrayo, quizás hasta sea un gran arte. Tus clásicos y El Quijote declamado por ese gran actor (desconozco su nombre, lo lamento) de radio que circula por internet y creo subvenciona el Gobierno de Aragón han llenado horas de la Nada más espesa y ya sois parte de mi imaginario, os advierte el eterno viajero Odiseo. Mi simpar computadora investiga este fenómeno de los Audiolibros mientras mi cerebro busca ejemplos de este noble arte de leer a otra persona. Su venta en países como Alemania asombra y sus chiringuitos mediáticos ocupan una parte importante de la Feria del Libro de Fráncfort. En Ítaca, sin embargo, son prácticamente invisibles en las tiendas ad hoc, la gente no los conoce. Pero inmateriales amigos, la figura del lector y la del cuentacuentos viaja por la literatura de la vida desde las primeras frases al amor de la lumbre y con las lanzas de sílex preparadas en caso de ataque. Yo mismo la utilicé en un viejo relato (lo releo mientras escribo al vaivén de las olas). Y supongo que mi madre me leyó al igual que lee hoy a sus nietos y mi hermano a estos sus hijos. También recuerdo un viejo hábito perdido en el que mi vieja compañera de la península y este marinero incontinente se leían con bastante profesionalidad trozos de libros que les gustaban, sin orden ni concierto. En fin, querida Alba, que sólo quería darte las gracias por lo que haces desde tu página web. Y espero que, si tú lo deseas, la mercadotecnia del tema llame pronto a tu timbre.
Posdata: Un abrazo también para la voz de El Quijote, sea quien sea.
Odiseo.
Posdata: Un abrazo también para la voz de El Quijote, sea quien sea.
Odiseo.
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